25 9 15 cof de sofia artolaNueva Acrópolis Granada presentó una interesante charla sobre la mujer a cargo de Sofía Artola. Donde quedó patente la representación dual del género femenino en el arte a lo largo de la historia ya desde la época griega con unos personajes como Andrómaca, pegada a la tradición y una Helena de Troya como una mujer libre. En Roma es representada como una mujer que goza de mayor libertad y está respaldada por la ley. En la Edad Media nos encontramos a una mujer muy sometida por las leyes eclesiásticas, aunque también vemos la dualidad muy bien reflejada por algunos artistas como Eva desnuda y con la serpiente en la mano y la Virgen, madre de Dios en el otro extremo.

En esta época oscura, nos comentaba Sofía, era frecuente que la mujer tratara de escapar a un destino cruel dentro de un matrimonio no deseado, entrando en un convento, en donde tendría más “libertad” y podría tener acceso a la cultura.

El Renacimiento trajo consigo algunos cambios para la mujer. Algunas hijas de maestros del arte, pudieron tener acceso a los talleres de sus padres, iniciándose así, una actividad que les permitió tener la libertad de poder expresarse mediante la representación de su obra. El Renacimiento supuso un “renacer” pero sólo para los varones, que ven mejoradas en esa época sus posibilidades educativas y laborales. Para las mujeres fue todo lo contrario: no pudieron acceder a la educación humanista. En épocas posteriores, las mujeres han estado aparentemente ausentes en muchos ámbitos de la ciencia y de la cultura a lo largo de la Historia. Por un lado, porque han tenido muchos obstáculos para poder desarrollar sus intereses y capacidades, y por otro lado, porque a las que han conseguido hacerlo no se les ha reconocido. Solo en los siglos XIX y XX, van a aparecer cambios significativos a raíz de los movimientos feministas, con la consecución de voto y la incorporación de la mujer al mundo laboral. Los nuevos tiempos suponen un cambio significativo en la concepción de la mujer en el mundo. Aunque queda por conseguir un gran reto: la mujer debe encontrarse a ella misma, conociéndose en su interior, sin rivalidades, para adquirir el lugar que le corresponde.

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