Resu Castro, nos desveló una chispa de luz al descubrirnos un mundo de seres mágicos llamados de distintas formas, dependiendo de la cultura o creencias en las que estemos inmersos. Para unos son elementales, devas, duendes, para otros los ángeles.
No se refirió en ningún momento a seres sobrenaturales, sino más bien a criaturas cuya existencia se sitúa en otro plano. Un plano energético con el que la humanidad, en tiempos remotos, tuvo contacto de una forma natural. Así como existen seres superiores a nosotros, otros seres de corrientes de vida inferiores trabajan en las sombras, invisibles, para sostener la vida en la Tierra.
Cuentan las leyendas que los Elementales contactaron con el hombre y le instruyeron sobre el poder curativo de las plantas, enseñándoles a recogerlas, plantarlas y trasplantarlas en los momentos adecuados del año y bajo la influencia de determinados astros. Le enseñaron a quemar resinas para atraer a los buenos Espíritus y alejar a los perversos, curtir pieles y fermentar líquidos Estos seres pertenecen a un mundo increíblemente maravilloso y real. Quién sabe si la humanidad podrá de nuevo contactar con ellos.