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Con este primer itinerario queremos darle a conocer, querido visitante, uno de los lugares más atractivos de la Granada histórica comenzando por la Plaza Nueva, y siguiendo por la Carrera del Darro, lugar donde además de conservarse restos del pasado nazarí, también podremos comprobar que a partir del siglo XVI se convertirá en una zona favorita para asentarse la nobleza cristiana.

No sólo es atractivo por su entorno, sino también por los magníficos edificios levantados de los más diversos estilos, tipologías y funciones: conventos, iglesias, casas señoriales, baños árabes, etc. La Carrera del Darro se encuentra paralela al río Darro entre el barrio del Albaycín y la colina de la Alhambra. Terminaremos nuestro recorrido con el Paseo de los Tristes, y por el Palacio de los Córdova, cuyo asentamiento es bastante reciente en este lugar.

Plaza Nueva

La Plaza Nueva es uno de los puntos de partida para quienes deciden adentrarse en el Albaycín, Sacromonte o Alhambra.

La actual configuración, es el resultado de un proceso urbanístico de ensanchamiento dentro de la ciudad musulmana, después de cubrir el río Darro.

La formación de esta plaza se debió a la unión de otras tres:

La plaza Nueva del Hatabín, cuya construcción se inicia en los primeros momentos de la toma de Granada. Comprendía la entrada de la actual calle de Reyes Católicos.

La plaza de la Chancillería llevada a cabo tras el asentamiento de este edificio para darle realce.

La plaza de Santa Ana que se abría delante de la parroquia de igual nombre.

La utilización de la plaza, parece ser que fue de lugar de venta, alarde de tropas, ajusticiamiento, procesión, y fiestas de luminarias.

En ella se encuentran algunos edificios de interés histórico-artístico.

Chancillería

Cuando los Reyes Católicos pensaron en convertir a Granada en la capital del reino, trasladaron a esta ciudad una de las dos Chancillerías existentes entonces, la de Ciudad Real. Primeramente el Tribunal se instaló en el Albaycín, hasta que en la segunda mitad del siglo XVI se trasladó a su asentamiento actual, en el reinado de Felipe II.

La Chancillería es el primer edificio realizado para albergar un Tribunal de Justicia.

Su planta es cuadrada, y en el centro nos encontramos con el patio porticado, entorno al cual se distribuyen las dependencias. Consta de dos cuerpos: el inferior está formado por una arcada quíntuple sobre columnas dóricas de mármol. En las enjutas aparecen medallones donde son representados personajes de la antigüedad. El cuerpo superior es adintelado con balaustrada de piedra y columnas jónicas elevadas sobre pedestales que sostienen la cornisa. Parece se que fue realizado por Diego de Siloé, el arquitecto más famoso de esta época.

La fachada fue realizada por Francisco Castillo, y consta de dos cuerpos. El inferior la forman tres puertas, la central con arco de medio punto enmarcado por columnas corintias de fuste estriado sobreponiéndose un frontón triangular que se parte para albergar una cartela que elogia tanto al rey como al constructor. En el segundo cuerpo se abren seis balcones, de vano adintelado flanqueado por columnas corintias y rematadas por frontones, alternativamente curvos y triangulares. Destaca el balcón central con frontones que permiten el asentamiento de la heráldica real y de las figuras recostadas de la Justicia y la fortaleza. Es un extraordinario ejemplo de la arquitectura renacentista en nuestra ciudad.

El Pilar del Toro

Se encuentra situado frente al edificio de la Chancillería y al lado de la iglesia de Santa Ana. Fue realizado por Diego de Siloé en el siglo XVI. Su primer emplazamiento fue en la calle Elvira, hasta que en 1941, a causa del plan de reforma de Gallego Burín, fue trasladado a este lugar.

Debe su nombre a la cabeza de toro en relieve situada en el frontal cuya nariz arroja dos caños de agua. En sus extremos se pueden admirar mancebos casi desnudos que sostienen ánforas que arrojan agua. En la parte superior nos encontramos con la heráldica de Granada.

Iglesia de Santa Ana

Después de la conquista de esta ciudad, se vio la necesidad de la construcción de iglesias como correspondía a una ciudad cristiana. Ante la urgencia política y económica de la Granada del seiscientos, se tomó la decisión de elegir el estilo mudéjar. Las iglesias mudéjares de esta provincia se caracterizan por sus cubiertas de madera, aunque desde el siglo XVIII hasta 1931 estuvieron revestidas por falsas bóvedas.

Esta ubicada sobre el antiguo solar de una mezquita: Al-jama Almanzora, como era habitual al construir una iglesia cristiana. Santa Ana se construyó en 1537 por Diego de Siloé, terminándose en 1548.

Su planta es rectangular de una sola nave, y un arco toral que cumple la función de separar el lugar de los fieles de la capilla mayor. Se cubre con armadura ochavada sobre pechinas con labor de lazo.

En la portada y la torre se observan una gran preocupación por la estética exterior, algo que no ocurría en las mezquitas musulmanas. Esta portada fue trazada por Sebastián de Alcántara y terminada por su hijo Juan, tallando las imágenes Diego de Aranda. El vano central es de medio punto flanqueado por columnas corintias, en cuyas enjutas podemos observar unos escudos del arzobispo Niño de Guevara. Más arriba, sobre el entablamento, encontramos tres hornacinas de Santa Ana, María de Jocobí y María Salomé. En la parte superior, un medallón con las imágenes de la Virgen con el Niño. La torre, de gran esbeltez, fue construida por Juan Castellar de ladrillo, tiene balcones con arcos, siendo geminado el anterior al cuerpo de campanas. Están enmarcados por alfices con albanegas de azulejos blancos y azules de influencia sevillana. En su interior aparecen obras de artistas tan importantes como: Bocanegra, José de Mora, Risueño o Raxis, etc.

La Carrera del Darro

Nos encontramos en uno de los parajes más atractivos de la ciudad, tanto por su entorno como por la belleza de sus edificios, tan diferentes en su estilo como en las funciones.

La Carera del Darro, se abre paralela al margen del río Darro, entre el Albaycín y la colina de la Sabica. En ella van a confluir calles, en las que nos encontraremos edificios, que fueron habitados por personalidades ligadas al arte y a la historia granadina. También edificios palaciegos, como los números 9,11,13,25,29…, caracterizados por tener amplios patios centrales y porticados, también cuentan con zaguán de entrada, apareciendo en sus portadas la heráldica familiar.

Entre los edificios más destacados podemos detenernos en el nº 29. Perteneció a la familia Carvajal por los escudos de la entrada, aunque se conoce como la casa de los Condes de Arco. Parece ser que fue construida a finales del siglo XVI siguiendo el estilo de la Chancillería por la estructuración de vanos y su ornamentación. La fachada presenta un cuerpo bajo, dos superiores y un torreón en el ángulo derecho. La portada se halla desplazada del centro, es adintelada y enmarcada por pilastras. El interior lo conforma un patio con arcos carnapeles sobre columnas toscanas de piedra de Elvira. Destaca también en el interior un pilar con máscaras de cabeza de león, monstruos y cabezas femeninas, granadas y la heráldica de la familia.

Este edificio palaciego fue restaurado en 1987, para darle una función pública como Centro de Documentación Musical de Andalucía.

En la cuesta de Santa Inés se encuentra ubicada la Casa de Agreda. Fue la residencia del caballero D. Diego de vera Agreda y Vargas. Este palacio fue construido a finales del siglo XVI, respondiendo al típico estilo de casa palaciega realizada en esta época en Granada, con zaguán cubierto con techo de madera plano. De aquí pasamos a un patio porticado con columnas corintias. Su fachada es manierista. Su puerta de entrada es adintelada enmarcada por cuatro columnas toscanas que sostienen friso de mármol blanco con las cruces de Santiago en rojo, terminado con la cornisa quebrada y frontón que contiene el escudo heráldico de la familia.

El Bañuelo

Conocido también como Baño del Nogal o de los Axares, por estar construido en el barrio que lleva el mismo nombre. Barrio de los Axares: de la salud o deleite, y muy famoso y cantado por los poetas de su época tanto por sus bellos edificios como por su clima.

Al-andalus contaba con innumerables baños por todo su territorio, tanto en las ciudades como en las zonas rurales. El baño para los musulmanes tenía un doble significado: como limpieza corporal y espiritual, ya que tras el baño se limpiaban de todos los actos cometidos contra los preceptos del Corán. Para abastecer de agua los musulmanes construyeron una red hidráulica tomando el agua de los tres ríos de Granada, junto con el agua de los manantiales que fluyen por las tierras de esta ciudad. Los habitantes del barrio acudían a él para lavarse, depilarse, recibir masajes y como lugar de reunión, al igual que hacían los romanos en las termas. Además en los baños árabes, solían preparar a la novia para la boda. Existían turnos para hombres y para mujeres.

Los baños árabes albergaban tres a cuatros salas:

Vestíbulo o Zaguán: Lugar de descanso y donde se dejaba la ropa.

Sala de reposo: Recibían las sandalias de madera y las toallas.

Sala templada.

Sala caliente.

Fue construido en el siglo XI en la época de rey zirí Badis. Se le consideraba el baño más completo y antiguo de Granada.

Puerta de los Tableros o Puerta de los Adufes

Se encuentra situada frente al Bañuelo. Para unos autores fue un puente y para otros una puerta que controlaba las aguas del río. Era el paso entre las Alcazaba Vieja, la Alhambra y el Mauror. Esta puerta-puente permitía cerrar el río como adufe (presa), y su paso era exclusivamente militar. Erróneamente se le conoce como puente del cadí, aunque este se encontraba en la zona cercana a la iglesia de S. Ana.

La Casa árabe de Zafra

Está situada en la calle de Zafra, entre San Juan de los Reyes y Carrera del Darro. Es uno de los palacios nazaríes más importantes de la época, en el que posiblemente viviera una familia de la nobleza de la Granada Nazarí. Tras la conquista, fue regalada por lo Reyes Católicos a su secretario D. Hernando de Zafra. Más tarde fue cedida para construir el actual convento. Ha sido objeto de restauración en varias ocasiones, hasta que en 1991 fue restaurada por el Ayuntamiento y el Fondo de Cultura Aga Khan como sede del Centro de Estudios Históricos de la Ciudad y del Reino de Granada.

Según el trazado habitual de las casas árabes, las dependencias se distribuyen en trono a un patio central. En sus lados menores tiene pórtico formado por tres arcos sobre columnas de capitel cúbico y en el centro tiene una alberca con una fuente a un lado. En los pórticos se abren galerías con balaustrada.

Se accede a ella por una nueva entrada en la calle Concepción de Zafra, aunque la original estuviera situada en la esquina de la C/ Portería de la Concepción de Zafra. Existe una portada que pudo corresponder a una mezquita del barrio de la época nazarí.

Casa de Castril

Esta casa-palacio toma el nombre de Señorío de Castril otorgado por los Reyes Católicos a Hernando de Zafra, su secretario, aunque fue construido por su nieto al parecer en 1539, tras pedir autorización al emperador Carlos V para fundar un mayorazgo con la villa de Castril y otras posesiones.

La casa está estructurada según las características de las casas cristinas del siglo XVI. En su fachada se puede contemplar toda la ornamentación renacentista de la época. No faltan en ella los motivos renacentistas como, grutescos, panoplias de armas romanas, veneras, monstruos, tondos, heráldicas…En la clave de dintel de la puerta la representación de la Torre de Comares, blasón que los Reyes Católicos concedieron a su secretario por su intervención en las Capitulaciones de Granada, todo ello centrando un ave fénix sobre una hoguera. A la derecha de la portada y haciendo esquina, se encuentra un balcón, partido en dos por una columna y en el se lee, “esperándola del cielo”, cuyo significado, según las leyendas, es que pregona la esperanza en la vida eterna de quien vivía temporalmente en esta casa.

Hay discrepancias entre varios estudiosos del tema sobre los autores de la fachada atribuyéndosela Diego de Siloé o algún discípulo, así como a Sebastián de Alcántara.

Tiene un zaguán con cubierta de alfarje, donde se encuentran unas escaleras con pasamanos de piedra al estilo gótico que dan acceso a un patio interior cuadrangular con fuente en el centro, entorno al cual se distribuyen las dependencias.

En la actualidad acoge al Museo Arqueológico y Etnológico de Granada. Contiene objetos procedentes de yacimientos arqueológicos de la provincia, así como de donaciones o adquisiciones posteriores. Todos ellos nos proporcionan datos para estudiar la evolución cultural de nuestra provincia, desde el Paleolítico hasta el Islam.

Iglesia de San Pedro y San Pablo

Continuamos nuestro paseo llegando a la iglesia de San Pedro y San Pablo. Iglesia mudéjar, como Santa Ana, que se edificó entre 1559 y 1567 sobre una antigua mezquita, como era habitual en esta época. Fue trazada por Juan de Maeda, el mejor colaborador y discípulo del maestro Diego de Siloé. Su planta es de cruz latina en amplias dimensiones, la cubierta de la nave es una armadura de limas moamares realizada por el carpintero Juan de Vílchez. La cubierta de crucero es de dieciséis paños con labor de lazo, pendiendo de su almizate una piña de mocárabes con pechinas. En los brazos del crucero encontramos la capilla principal y la lateral, ricamente decorada en dorado. En la capilla de la derecha nos encontramos un Cristo atado a la columna de José de Mora.

Tiene dos puertas de acceso. La portada lateral, trazada por Juan de Maeda, y terminada por Sebastián de Lizana, presenta columnas corintias y arco de medio punto con los relieves de los apóstoles, en el segundo cuerpo tenemos una hornacina que cobija la imagen de la concepción. La portada principal fue trazada y labrada por Pedro de Orea en 1589, presentando arco semicircular con las armas del arzobispo Don Pedro de Castro en la clave, y en la zona superior las esculturas de los Santos Pedro y Pablo.

Terminamos la Carrera del Darro justo donde se abre un espacio abierto denominado el paseo de los tristes, con un entorno bellísimo entre la Alhambra y el barrio de los Axares. Este lugar ha tenido varias denominaciones: como Paseo de la Puerta de Guadix Baja, por estar la puerta del mismo nombre situada al final; Paseo de los Tristes, por ser uno de los accesos al cementerio, y en la actualidad Paseo del Padre Manjón en memoria del fundador de las Escuelas del Ave María, aunque el segundo término será el más utilizado por la mayoría de los granadinos.

Esta zona fue remodelada y urbanizada a comienzos del siglo XVII. En esta época se puso un pretil en el río y también una fuente en medio.

Casa de las Chirimías

El ayuntamiento edificó la Casa de las Chirimías, junto al puente con el mismo nombre. Este término hace alusión al instrumento de viento utilizado junto al tamboril para interpretar música renacentista y barroca.

El edificio está muy modificado. Tiene tres plantas y es la tercera la se construye a modo de mirador. En este recinto se situaban los músicos.

En el paseo desembocan calles del barrio de los Axares, donde podemos encontrar varias casas moriscas, como la Casa Horno de Oro.

Al final de este precioso paraje, nos encontramos con el puente del aljibillo que da acceso tanto a la Alhambra o Generalife por la cuesta de los chinos, como a la Fuente del Avellano, famosa por ser la fuente más visitada y utilizada por los granadinos y antiguos aguadores de Granada.

Palacio de los Córdoba

Terminamos este recorrido con el Palacio de los Córdoba, construido en el siglo XVI. El actual emplazamiento no es el primitivo. Este palacio estaba situado en la Plaza de las Descalzas. Fue construido sobre un palacio árabe en 1592, y sirvió de vivienda a don Luis Fernández de Córdoba, alférez mayor de Granada. En 1919 fue derribado por su propietario quien conservó parte de su edificio. El actual palacio, al comienzo de la cuesta del Chapiz, es una reconstrucción realizada en 1969 gracias a unos dibujos realizados por D. Manuel Gómez Moreno y los restos del edificio original. Su estructura es un ejemplo de las casas señoriales del siglo XVI, y en ella se combinan el estilo renacentista con el mudéjar, mereciendo especial referencia las magníficas armaduras apeinazadas con lazo de ocho enriquecidas con policromía.

Este palacio es la sede del Archivo Municipal de Granada.

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