“En el mundo actual, lleno de conflictos y contradicciones el descubrimiento de la vía de la concentración aparece como una oportunidad real en el ser humano para aprender a conciliar sus contradicciones, situándolo en su propio centro”.
En las Escuelas Orientales, es el maestro quien enseña y transmite a su discípulo su enseñanza de forma oral y muy práctica para que poco a poco pueda mejorar y cambiar su vida.
El Budismo nos enseña que la mente es un gran obstáculo para conocernos, por la dispersión a la que está sometida, y por la cantidad de versiones de la realidad que la mente crea.
Por lo tanto, es necesario desarrollar la atención para llegar al conocimiento de uno mismo, para lo cual hace falta aplicar un esfuerzo constante y voluntario, lo que en el Budismo se conoce como recta acción, es decir, atención por deber.