“No tiremos más basura porque a la postre nos la
tragamos nosotros” es el argumento con el que, en
líneas generales, se han movido los movimientos
ecologistas desde los años 60 y una de las causas
fundamentales de nuestro pavoroso fracaso
medioambiental. Tal vez es urgente retomar el
sentido de lo sagrado en la Naturaleza y en todos
sus seres, comenzando por nosotros, respetarlos
por lo que son y empezar a practicar el NO
CONSUMO de la ingente cantidad de productos y
actividades inútiles y altamente peligrosas.