Nos comenta Andrés Molinari, que el IV centenario de la muerte de Miguel de Cervantes merece una gran celebración, y el mejor homenaje que puede hacerse a un escritor es leer su obra, empaparse de su literatura y de su sentido estético, disfrutar con el pasado como forjador de un futuro mejor. Si además de esto puedes acompañar la lectura con un paseo por Granada, tanto mejor.

Con motivo del centenario, podemos descubrir lugares en esta ciudad, que tienen una relación con el autor del Quijote, así como de algunos granadinos que quedaron más o menos reflejados explícitamente en la obra de Miguel de Cervantes. Presumimos que Cervantes, cuando trabajó en Granada como recaudador de impuestos, ya soñaba con escribir comedias. Cómo no iba a visitar el gran Teatro de Puerta Real que los granadinos llamarían Coliseo; seguramente también observó en el Corral del Carbón, las reacciones del público ante las comedias y autos que representaba la compañía de Angulo el Malo y otros comediantes contratados por el corregidor de entonces Rubí de Bracamonte, nombre real que podemos encontrar en personajes del Quijote. Podemos encontrar muchos rincones en Granada que se relacionan con Miguel de Cervantes, con su vida y su obra desde El Bañuelo, con su paralelismo en Los Baños de Argel, hasta el Sacromonte con un ambiente similar al de La Gitanilla, desde el Palacio de Carlos V donde se han escuchado conciertos inspirados en Cervantes, hasta la casa de los García Lorca, donde se representaron entremeses cervantinos dirigidos por Federico, y desde Víznar, donde están los más originales frescos sobre el Quijote, hasta la biblioteca cervantina de Órgiva.

Ciertamente Granada no posee tanta relación como otras ciudades de España, pero nuestros escritores y artistas han sabido plasmar en su obra esa relación entre este gran escritor y nuestra querida ciudad.