puerta de elvira

La bib Elvira o puerta de Elvira debe su nombre al hecho de estar abierta en camino que unía Granada con la desaparecida ciudad romana y musulmana de Elvira situada en las proximidades de Atarfe...

...La puerta fue una de las más importantes de la ciudad musulmana tanto por su antigüedad, no en vano Ahmad Ibn al-Isa nos habla ya de su existencia en el siglo IX, destacando sus dimensiones. Sin embargo, la construcción que se conserva puede datarse mas precisamente en el siglo –XI a juzgar por su hechura y por las noticias que se tienen de ella en este período. Abierta en el centro de una fuerte barbacana dotada de bizarros muros y torres defensivas, se penetraba en ella por el gran arco exterior de herradura que todavía conserva, situado entre dos torreone4s y rematado por una hilera de almenas, con poderosos merlones. Tras este arco se abría un espacio abierto que era utilizado como lugar de emboscadas en caso de ataque a la ciudad. A este espacio seguía otro más pequeño dominado por la parte anterior de las murallas que se encontraba tras dos arcos cerrados con una puerta de hierro que bajaba a modo de rastrillo. Al fondo de este segundo patio había otro más pequeño dominado por la parte anterior de las murallas que se encontraba tras dos arcos cerrados con una puerta de hierro que bajaba a modo de rastrillo. Al fondo de este segundo patio había otro pequeño arco de herradura más, a través del que se pasaba al interior de la alcazaba. A la derecha del mismo, otros tres arcos enlazados con bóvedas, daban a la calle de Elvira.

Desde la puerta de Elvira la muralla continuaba colina arriba buscando la puerta de Monaita o Bib al-Bunauydar o de las Banderolas, también llamada de la Alhacaba y de las Eras. En la otra dirección buscaba en la Tinajilla la Bib al-Kuhl o puerta de Alcohol, junto a la Torre de las Cuatro Esquinas que repetidamente citara Henríquez de Jorquera en sus Anales de Granada.

Debido a los daños causados por el transcurso del tiempo, no en vano sus orígenes se remontan a más de mil años, y a los provocados por unas norias, adosadas a ella en época cristiana, como cuenta Jiménez Serrano, la puerta sufrió distintas intervenciones que poco a poco fueron cambiando su fisonomía; desaparecidas su barbacana y torres anejas se realizó la explanación de los terrenos existentes ante ella, hasta adquirir el lugar el aspecto que tiene hoy en día. Como tantas otras cosas en nuestra ciudad, durante la invasión francesa sufrió importantes desperfectos, siendo en este momento cuando se mandara derribar su parte interior, que milagrosamente se había conservado hasta ese momento, conservándose tan sólo el pequeño arco del fondo que sería desmontado también, años más tarde, en 1879, por mandato del Ayuntamiento.

En el vano de la muralla situado frente a la calle de Elvira fue colocado en 1495 por mandato de los Reyes Católicos, un cuadro de la Virgen de las Mercedes, que muy deteriorado llegó hasta casi mediados del siglo XIX, y bajo él, un oratorio reconstruido a principios del siglo XVII, en el que se veneraban unas imágenes de los apóstoles San Pedro y San Pablo de gran devoción en la ciudad. En la parte exterior de la puerta de Elvira hubo también otro cuadro de los Santos Justo y Pastor que fue colocado en 1610, del que da cumplida noticia Gómez Moreno.

Junto a la puerta, ya en la calle de Elvira y construida en un hueco de la antigua muralla, hay una pequeña Capilla de gusto ojival que ha sido recientemente restaurada en 1994, en la que se venera una imagen de la Virgen de las Angustias y otra de San Juan de Dios. Fue erigida a mediados del siglo XVI por ser este el lugar en que Juan Ciudad vendía libros y estampas antes de dedicar el resto de su vida a los pobres y enfermos. Se sabe que fue reconstruida en 1880 por encontrarse en un lamentable estado de abandono, por lo que ha sido un verdadero milagro que haya llegado hasta nuestros días dando testimonio de todo ello una lápida que vimos capítulos atrás. A pocos metros de la Capilla, en el lugar donde la calle Elvira hace un ensanche, fue colocado en 1671 un Pilar de grandes dimensiones, adosado a una casa que era propiedad del Consistorio. Esta fuente tiene dos caños, uno a cada lado y una inscripción en su centro, conmemorativa el año de su construcción. Asimismo, sobre ella, fue colocado posteriormente en el siglo pasado un precioso cuadro de la Virgen de la Angustias iluminado por un farolillo y protegido por un cristal, que hace pocos años fue destrozado por unos gamberros. Debido a la restauración que del mismo, y de todo el Pilar fue efectuada por varios vecinos del lugar, Granada Histórica concedió a la comunidad vecinal el premio Patrimonio Histórico 1995, uno de los que otorga cada año. En conmemoración fue colocado un mosaico de cerámica de fajalauza que recuerda este hecho.

La casa de las Tumbas se halla cercana a la puerta de Elvira, enclavada en una casa de la placeta de los Naranjos, en la que quedan restos de este importante baño árabe, conocido con dicho nombre y también con el de Baño de la puerta de Elvira según la Plataforma de Ambrosio de Vico, y como Baño de Hernando de Zafra, por haber pertenecido a este noble tras la Conquista de Granada, según otras fuentes. Derribada a principios de este siglo la mayor parte de su construcción, desaparecieron varias de sus bóvedas, columnas y arcos, conservándose actualmente tan sólo algunos pocos de ellos y prácticamente todos sus muros perimetrales. La casa de las Tumbas, que debe su nombre al aspecto exterior de las bóvedas esquifadas que cubrían sus estancias practicadas, con vistosas claraboyas estrelladas y octogonales para la iluminación, es obra de los siglos XII y XIII, que milagrosamente ha llegado hasta nuestros días, aunque haya sido en tan mal estado, pues ha estado a punto de ser demolida en varias ocasiones.

El baño constaba de las mismas dependencias de todos los de su clase. Sus arcos, escarzanos y de herradura, se alzaban sobre columnas de obra con capiteles, sin duda aprovechados de construcciones anteriores, góticos y califales y alguno del siglo XIV, añadido en una reforma posterior. Actualmente lo que subsiste del baño ocupa parte del solar de varias casas y un jardín, accediéndose al mismo por medio de un callejón desde la calle de San Andrés, que lleva hasta un zaguán a cuya derecha se halla una pequeña estancia cubierta con bóveda cilíndrica y una claraboya, que comunica con el que sería el apodyterium a través de otro arco de herradura. A la izquierda del zaguán, otro arco, éste de medio punto, introduce en un pasillo quebrado en cuya mitad se conservan dos arcos apuntados, que desemboca en el patio. Del primitivo tepidarium sólo queda parte de su muro exterior y tres arcos. En el año 1996 esta importante construcción de la ciudad medieval de Granada fue adquirida por un importe de 30 millones de pesetas, por la Conserjería de Cultura de la Junta de Andalucía, quién ha evitado así su desaparición, estando pendiente de una profunda restauración, que parece que no llega nunca.

C.G.

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