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En este itinerario Nº 2 vamos a daros a conocer los rincones más emblemáticos del barrio tan conocido y querido "Albaycín".

Paseo de los Tristes hasta San Nicolás

En esta calle merecen visitarse, tanto por su especial situación e importancia de sus casas, como por la función pública que ejercen, el citado Palacio de los Córdoba y las casas del Chapiz, sede del Archivo Municipal el primero y Escuela de Estudios Árabes el segundo.

Casas del Chapiz

Según Gómez Moreno es “La Casa morisca más célebre y extensa que se conserva”. Su origen es nazarí aunque con muchas modificaciones posteriores. Este edificio se encuentra en el antiguo arrabal del Albaycín.

El palacio lo forman dos casas unidas. La primera es de menores dimensiones, y tiene la entrada por el Peso de la Harina. Se construyó a principios del siglo XVI por Hernán Lope el Ferí. Se accede al interior a través de un arco de herradura apuntado que nos introduce en el zaguán, y nos da paso al patio rectangular con alberca y un pórtico pequeño. La segunda casa es más grande, y también está centrada entorno a un patio con alberca. En la galería norte nos encontramos con cinco arcos sobre columnas nazaríes de capitel cúbico, atauriques en las enjutas del centro y estrella de ocho en las demás. Parece que fue construido sobre los restos de un palacio nazarí levantándose en el siglo XVI por el morisco Lorenzo el Chapiz.

Subiendo por la cuesta del Chapiz nos encontramos con uno de los muchos aljibes de este barrio del Albaycín.

Terminando la cuesta nos encontramos a la derecha con la Casa morisca de Yangüas, una de las mejor conservadas. La portada la conforma un arco de herradura apuntado que da paso a un patio o primitivo jardín con una pequeña alberca rodeado de galerías en tres de sus lados de piso bajo y superior. Destacan sus magníficos alfanjes y armadura de limas moamares.

La Iglesia del Salvador

Nos adentramos en la Plaza del Salvador destacando la iglesia del mismo nombre. Es de estilo mudéjar, construida en el siglo XVI sobre la antigua Mezquita Mayor del Albaycín. De ella se conserva el patio, la galería occidental con arcos de herradura apuntados y el aljibe, y las cubiertas de alfanjes.

En la primera época de ocupación, se utilizó la mezquita como lugar del nuevo culto cristiano. Posteriormente se realizaron ampliaciones y reformas, de acuerdo con las necesidades propias de los ritos cristianos.

Esta iglesia se terminó a principios del siglo XVII. Se constituyó en Colegiata en 1537 por Bula del papa Clemente VII.

Destacan sus partes más antiguas: el coro, capilla mayor y la portada lateral trazada por Diego de Siloé. Es una de las parroquias del Albaycín peor conservadas, siendo las causas la rebelión de los moriscos y la Guerra Civil española.

Enlazamos con la calle Panaderos para desembocar en Plaza Larga, considerada como el centro del barrio. Se pueden observar parte de las murallas que separan al barrio del la Alcazaba Qadima. Destaca la Puerta Nueva o Arco de la Pesas, -como popularmente se le conoce- denominada así porque en ese lugar eran colgadas las pesas decomisadas por defectuosas. Esta puerta es de la época almorávide construida en el siglo XI, por los reyes ziríes sobre otra que había sido desmantelada en las guerras civiles del siglo IX. Su planta es de recodo, y nos recuerda a otra parecida como la Puerta de la Justicia en la Alhambra. Sus cubiertas son bóvedas de cañón y vaidas. El arco de entrada es de herradura apuntado y sobre él, otro arco de descarga, para terminar con un dintel de ladrillo.

Al pasar el Arco de la Pesas nos adentramos en el barrio de la Alcazaba Qadima. A través de las calles Aljibe de la Gitana y Callejón de la Monjas podemos visitar el Palacio de la Dar-Al-Horra o Casa de la Señora.

 

Palacio de la Dar-Al-Horra

Está rodeado de edificios cuya importancia simbólica es notable: El Monasterio de Santa Isabel la Real, la Iglesia de San Miguel y las murallas ziríes del siglo XI.

Este palacio fue construido en el siglo XV sobre los cimientos de los palacios de los reyes ziríes. Es el único palacio que se conserva, de los muchos que existían.

Una de sus moradoras fue Fátima, la madre del último rey de Granada Boabdil, de ahí que se denomine Casa de la señora honesta.

Al conquistarse Granada en 1492, fue cedido por los Reyes Católicos a Hernando de Zafra, aunque posteriormente la reina Isabel lo cedió a las monjas de Santa Isabel la Real, hasta que a comienzos del siglo XX lo adquiere el Estado. En 1922 es declarado por Real Orden Monumento Histórico Artístico. En la actual legislación tiene categoría de Bien de Interés Cultural.

Se estructura entorno a un patio con alberca central de dimensiones pequeñas, alrededor del cual se distribuyen las habitaciones, y pórticos en los lados menores. La zona más interesante de edificio es el lado Norte que se compone de dos pisos y torreón. En la plata baja el pórtico está formado por tres arcos de herradura sobre columnas y cubierto por un magnífico alfarje decorado con figuras geométricas. Una puerta con arco de herradura da acceso a una sala rectangular con alcobas laterales y en el centro un mirador, desde donde se puede contemplar el barrio del Albaycín.

A través del Callejón del Gallo, podemos llegar a la Plaza de San Miguel donde se encuentra la Iglesia de San Miguel Bajo.

 

Iglesia de San Miguel Bajo

Fue construida en varias etapas, sin abandonar el estilo mudéjar. Se comenzó en 1528 y fue terminada en 1556, sobre una antigua mezquita, sobre la que queda en su lateral junto a la portada un aljibe del siglo XIII. La portada debió ser trazada por Diego de Siloé y ejecutada los canteros Juan de Alcántara y Pedro de Asteasu, según los diseños renacentistas de la época.

Saliendo al Carril de Santa Isabel la Real nos encontramos con el convento del mismo nombre:

Convento de Santa Isabel la Real

Este conjunto fue fundado por la reina Isabel la Católica, asentándose sobre parte del palacio de Dar al-Horra.

En su templo se conjugan los elementos góticos, renacentistas y las técnicas constructivas musulmanas. Tiene una portada gótica posiblemente trazada por Enrique Egas. El interior de planta rectangular, única nave, coro a los pies y Capilla Mayor sobre una elevada escalinata, su retablo es obra del siglo XVI, perteneciente al circulo de Bernabé de Gaviria y Pable de Rojas. Las  cubiertas son espléndidas con armadura apeinazada y pinturas platerescas, en la Capilla Mayor, también de madera, gótica, que nos recuerda los pinjantes de las bóvedas inglesas. En el interior el convento se enriquece para adaptarse a los modelos más lujosos de las fundaciones reales.

Desandamos el camino para llegar a la Plaza de San Nicolás, final de nuestro recorrido. Esta plaza está situada en la parte más elevada de la Alcazaba Qadima. De su pasado hispanomusulmán sólo nos queda el aljibe, muy restaurado, y la mezquita que se encontraba en este lugar, sobre la que se alzó la Iglesia de San Nicolás, que junto con la de San Cristóbal, son las iglesias mudéjares granadinas más antiguas. Se acabó de construir en 1525 por el maestro Rodrigo Hernández. En ella se combinan las soluciones de crucería, de origen gótico, con los faldones mudéjares. En 1932 fue destruida en una de las muchas revueltas que hubo en este año. En la actualidad, sólo quedan, restaurados, sus muros, techos y campanario.

En el centro de la plaza nos encontramos situada una cruz realizada en 1934, pues la original, realizada en el siglo XVI, también desapareció en el incendio de 1932.

En los alrededores de la Plaza de San Nicolás, aún pueden observarse los restos de la muralla que rodeó la Alcazaba Qadima.

 

Acera de San Ildefonso hasta el mirador de San Cristóbal.

San Ildefonso

Iniciamos este segundo recorrido por el arrabal, que se extiende entre las Alcazaba Qadima y la muralla nazarí (actual Cerca de don Gonzalo).

En primer lugar nos encontramos con la Iglesia de San Ildefonso. Su construcción es mudéjar del siglo XVI. Consta de una sola nave, con capillas laterales y Capilla Mayor. Son importantes las cubiertas de armaduras y los importantes retablos, destacando el Retablo Mayor, realizado en 1720 por Risueño o Blas Moreno, siguiendo el ejemplo de Francisco Hurtado. La portada en clasicista trazada por Siloé. Consta de arco de medio punto enmarcado por medias columnas corintias, en la parte superior encontramos una hornacina con un relieve que reprenda la imposición de la Casulla a San Ildefonso. La torre a la izquierda de la portada no contiene ninguna decoración, a excepción de los azulejos que decoran el cuerpo de campanas.

 

 Convento de la Merced

Se encuentra a continuación. Desde el siglo XIX fue destinada a cuartel. Lo fundaron los Reyes Católicos en 1492 para la redención de cautivos. En primer lugar se construyó la iglesia hacia 1530, con planta de cruz latina, capillas laterales y cabecera poligonal. Contiene una preciosa cubierta de armadura mudéjar (en la actualidad se encuentra en el Museo de la Alhambra). Del resto del edificio se puede destacar el claustro y la cúpula de la escalera, de construcción elíptica, decorada con tallas de yeso. Esto simboliza el triunfo de la orden mercedaria. En el centro podemos observar la imagen de la Virgen.

Continuando nuestro camino por la Cuesta de Alhacaba, que significa empinada, y subiendo la mitad de la cuesta nos encontramos a la derecha con la Puerta de Monaita, abertura de la muralla de la Alcazaba Qadima, que descendía hasta la Puerta de Elvira. Se construye en el siglo XI. Contiene doble arco de herradura que da paso a un patio intermedio, algo insólito en estas puertas.

Al finalizar la cuesta nos encontramos con Plaza Larga. Nos desviamos hacia la izquierda hacia la Calle del Agua, le dieron esa denominación porque allí se encontraban los mayores baños de Granada, construidos en el siglo XIII, quedando restos en algunas de sus casas. También podemos encontrar algunas casas moriscas muy parecidas en su estructura, con patios centrales y galerías con balaustradas y cubiertas de madera.

Si volvemos a plaza Larga podemos continuar por la calle Panaderos hasta la iglesia del Salvador. A la izquierda nos encontramos con la plaza de Aliatar, en ella se encuentra la Casa de los Moriscos, donde se instaló en 1559 la Casa de la Doctrina del Albaycín para enseñar a los moriscos. Esta iniciativa del arzobispo siguió funcionando a pesar de la sublevación de los moriscos hasta 1577.

Continuando por la calle Yangüas, hacia la calle San Martín y siguiendo hacia la calle San Luis nos encontramos con restos de la antigua iglesia mudéjar de San Luis y el aljibe, junto con fachadas de casas moriscas.

Si seguimos ascendiendo nos encontramos con la Ermita de San Miguel, construida en el siglo XVII. En la actualidad está ampliada y reconstruida en el siglo XIX, al ser destruida por los franceses. En el interior nos encontramos con la escultura de San Miguel, obra barroca de Bernardo Francisco de Mora. Cada año el 29 de Septiembre se celebra una romería en honor al arcángel de la ermita.

En la bajada podemos bordear la mezquita nazarí llamada Cerca de Don Gonzalo. Justo en este punto llegamos a la Puerta de Fajalauza, de estilo nazarí del siglo XIV. Volvemos al Albaycín por el Callejón de San Gregorio Alto, con la iglesia del mismo nombre del siglo XVI, aunque bastante restaurada. Cerca de la iglesia nos encontramos en el Callejón de la Albérzana una casa Nazarí muy bien restaurada, con una puerta de acceso en arco de medio punto de ladrillo, de estancias y cubiertas según el estilo tradicional del siglo XVI.

Muy cerca se encuentra la calle de la Estrella, donde nos encontramos con el conocido Carmen de las Tres Estrellas, por las estrellas que decoran el arco de la entrada. Originariamente fue una casa morisca, aunque ha perdido sus elementos originales a causa de las distintas intervenciones sufridas. Parece ser que el valor es más literario que artístico, ya que fue el lugar donde se desarrollan las novelas de “Los monfies de las Alpujarras” y “Martín Gil”, además de ser uno de los lugares favoritos para las tertulias literarias de finales del siglo XIX, presidida por Don Antonio Joaquín Afán de Ribera

Una de las casas más famosas de este barrio es la Casa de los Mascarones. Fue construida por el poeta Soto de Rojas y habitada por el escultor barroco granadino José de Mora.

Volviendo a la calle del Agua por la callejuela de San Bartolomé, desembocamos en la plaza de igual nombre. En uno de sus lados se encuentra la iglesia de San Bartolomé. De estilo mudéjar y construida en el siglo XVI sobre la antigua mezquita Al-Burriyaní. La iglesia presenta elementos propios del arte mudéjar de la época, con cubiertas de madera de lazo y cuadrales sobre canes de acanto. Con una sola nave y capilla mayor cuadrada separada por un arco toral. Junto a la capilla se alza una de las torres más bellas de la albañilería granadina. Tiene parecido con la iglesia de Santa Ana en cuanto a sus elementos decorativos.

Llegamos a la calle Larga y de ahí al Mirador de San Cristóbal, donde podremos admirar una bellísima panorámica de la ciudad de Granada. Y con este mirador terminamos nuestro itinerario.

Puerta de Elvira hasta San Miguel Bajo

Comenzamos este tercer recorrido por el Albaycín desde un lugar estratégico de la ciudad: La Puerta de Elvira.

Fue una de las dieciocho puertas más importantes y monumentales que daban acceso a la Alcazaba Qadima. El origen de su nombre hacía alusión al camino hacia Medina Elvira. Esta puerta ya es citada por Ahmed Ben Ira, en el siglo IX, sin embargo la que hoy contemplamos data del siglo XI. Esta puerta se abre en el medio de una barbacana con torres de protección un vano en forma de herradura apuntado y rematada por almenas. Originariamente tras la puerta había un espacio abierto para la posible defensa y tras él se sucedían dos arcos más que daba paso, uno a la alcazaba y otro a la calle Elvira. En el exterior de la puerta que da a la plaza del Triunfo se colgaban las cabezas de los ajusticiados. Cuenta Inb al Jatib que los mozárabes granadinos poseían una célebre iglesia que construida hacia el año 600 por Gudiliuva, fue demolida por los faquies de la ciudad en 1099.

La Calle Elvira

Fue una de las calles más importantes de Granada. Unía el barrio de Elvira con otro barrio famoso como el del Zenete en la época hispanomusulmana. Con el paso del tiempo ha sufrido variaciones, y es curioso como ya en el siglo XVI, se cantaba su mal estado:

“Tres cosas hay en Granada

que duran el año entero:

Nieve en su Sierra Nevada

Arrebol para la cara

Y en la Calle Elvira, cieno”.

 

Parece ser que fue a partir de 1614 cuando mejoró su aspecto al embovedarse la calle, arreglar los desagües y abastecerla de agua corriente. Ha sido una de las zonas más modificadas debido a la construcción de la Gran Vía a finales del siglo XIX derribándose gran cantidad de calles y plazas.

Tras la Toma de Granada se edificaron múltiples ermitas en las afueras de las murallas, así como capillas oratorios, altares o cruces a intramuros para sacralizar la ciudad conquistada. Uno de estos oratorios podemos contemplarlo en la Capilla de S. Juan de Dios para recordar el lugar donde el santo granadino vendía sus libros a los obreros. A la derecha podemos encontrar restos de un baño árabe del siglo XII reconstruido en el siglo XIV al que se conoce como la Casa de las Tumbas o Baño de Hernando de Zafra, su acceso lo podemos encontrar por la calle San Andrés. Su estructura y distribución era similar a la del Bañuelo de la Carrera del Darro. Más adelante nos encontramos con la Iglesia de San Andrés.

De estilo mudéjar y construida por Rodrigo Hernández entre 1520 y 1530. Su portada fue obra de Juan de Marquina en 1530, presenta arco de medio punto enmarcadas por pilastras corintias, y sobre el arco un entablamento una hornacina que alberga al titular de la iglesia obra del francés Nicolás de León. Al lado de la fachada se encuentra situada la torre que presenta planta rectangular que inicia el tipo característico del mudéjar granadino. Destaca la decoración del cuerpo de campanas cuyos arcos poseen cerámica vidriada en las albanegas, discos vidriados en el friso del alero y tejado vidriado. En el interior nos encontramos con tres naves cuyas cubiertas de madera no son originales pues desaparecieron en un incendio de 1818, exceptuando la cubierta de la capilla de los Caicedo, al lado de la Capilla Mayor. Nos encontramos con una preciosa cubierta de lazo en el almizate.

 

Iglesia de Santiago

Bajando por la C/ Marqués de Falces nos encontramos con la Iglesia de Santiago, hoy ocupada por la congregación de las Hermanas de María Inmaculada. Fue construida, como la mayoría de las iglesias de esta época, sobre una mezquita llamada Aljama Darás, en 1525. De esta época se conserva sólo la portada trazada en 1606 por Ambrosio de Vico; presenta arco de medio punto con ménsula en la clave, enmarcado por columnas dóricas estriadas adosadas a pilastras sobre altas basas. Tiene entablamento con cruces de Santiago en los laterales de su friso. En el segundo cuerpo encontramos una hornacina con la escultura de Santiago que realizó en el siglo XVII Bernabé de Gaviria, autor del apostolado de la Catedral de Granada. La su parte superior nos muestra un frontón partido con el escudo del arzobispo Castro. En este templo se encuentra enterrado Diego de Siloé. También solían celebrar las fiestas religiosas el Tribunal de la Inquisición.

Antiguamente la calle terminaba con el citado Pilar del Toro, al comienzo de la Calderería Nueva. Este pilar fue trasladado en 1941 a la Plaza de Santa Ana.

 

Iglesia de los Hospitalicos

Se sitúa al final de la calle. Fue fundada por una Hermandad cuyos fines eran curar a los soldados heridos durante el sitio de Granada, con el nombre de Hospital del Corpus Cristi. En el siglo XIX la ocuparon los P.P. Agustinos Calzados al derribar su convento en la plaza de San Agustín. En su interior descubrimos planta rectangular de tres naves, separadas por arcadas de medio punto que descansan sobre columnas, pilares y columnas adosadas a pilares. Contiene cubiertas muy variadas. En su nave central de cañón, de aristas con lunetos en las laterales, en cuanto al crucero la cubre una cúpula sobre pechinas. Las bóvedas del crucero son semiesféricas al igual que la de la Capilla Mayor. Alonso Cano fue el encargado de diseñar la portada, aunque fue otro el encargado de realizarla en el siglo XVII. Contiene un vano adintelado rodeado por molduras y sobre el que se encuentra un arco de medio punto que acoge una hornacina con el relieve de la Caridad y dos medallones con las cabezas de Juan Bautista y Evangelista.

 

Iglesia de San Gregorio

Retrocedemos para encontrarnos de nuevo con la Calderería Nueva donde se encuentra situada la Iglesia de San Gregorio. Fue construida sobre la ermita que mandaron construir los Reyes Católicos para conmemorar a los mártires cristianos allí enterrados. De su estructura originaria sólo queda la portada realizada con piedra gris de Sierra Elvira, de finales del siglo XVI. Contiene arco de medio punto decorado con ovas y flechas, y flanqueado por columnas jónica adosadas a pilastras y granadas en las enjutas. En su parte superior encontramos una hornacina que alberga la estatua del santo, para terminar en un el frontón partido cuya cúspide es rematada por el escudo real. La torre data del siglo XVII, situada en la cabecera. El interior es de una sola nave cubierta con bóveda de cañón con lunetos, al igual que la Capilla Mayor, aunque encontramos una cubierta con cúpula sobre pechinas en la parte anterior. Su decoración es bastante sobria.

Seguimos por la Cuesta de San Gregorio donde nos encontramos con un ambiente arquitectónico propio de la Granada de los siglos XVI-XVII. Desviándonos por la Cuesta de las Arremangadas desembocamos en la Placeta de Porras, que constituye un bello rincón con un precioso edificio como la Casa de Porras, o el Carmen de los Cipreses, entre otros.

 

Casa de los Porras

Perteneció al jurado de San Gil Don Alonso de Porras. Presenta en el exterior un diseño renacentista en la portada. Tiene dos cuerpos de alzada con una portada de piedra de cantería, con vano de arco carnapel adovelado y enmarcado por pilastras toscanas con un entablamento decorado con ovas y flechas. El segundo cuerpo lo compone otro vano adintelado, enmarcado por columnas estriadas sobre plinto en cuyo antepecho encontramos un escudo nobiliario desconocido. En el interior entorno a un patio se elevan galerías abiertas sobre pies derechos y zapatas, en el piso bajo las columnas son toscanas. Las cubiertas son de madera: alfarjes con jácenas.

A este bello rincón también se asoma el Carmen de los Cipreses, cuya entrada la encontramos en la Cuesta de San Gregorio. En este lugar celebraron múltiples tertulias los intelectuales granadinos del siglo XIX.

 

Iglesia de San Juan de los Reyes

Descendiendo por la Cuesta de Granadillo llegamos a la calle de San Juan de los Reyes, muy importante en el barrio, y que da nombre la iglesia que visitamos. Aquí podemos visitar la Iglesia de San Juan de Los Reyes, primera fundación de los Reyes Católicos en Granada. Como tantas otras iglesias de esta época, fue construida sobre una antigua mezquita Aljama Al-Ta´ibin, de ella se conserva el alminar del siglo XIII de estilo almohade. Su estilo es gótico-mudéjar con tres naves separadas por arcos apuntados apoyados en medias columnas adosadas a pilares. Las cubiertas son de armadura de par y nudillo con tirantes pareados y las laterales con alfarjes inclinados, mientras que la Capilla Mayor tiene una cubierta de armadura ochavada. El exterior está decorado con entrelazos y dobles arcos de ladrillo recortado enmarcado con alfiz, sobre el que se levanta una hornacina y óculo. La portada lateral es de arco de medio punto abocinado, decorado con puntas de diamantes y círculos.

Enfrente de esta iglesia nos encontramos con restos de la muralla que protegía a la Alcazaba Qadima.

En la Cuesta de San Gregorio nos desviamos a la calle de San José donde nos encontramos con la iglesia del mismo nombre.

 

Iglesia de San José

Su construcción data del siglo XVI sobre una de las mezquitas más antiguas de Granada llamada aljama Al-murabiti, derribada en 1517. En este mismo año se comienza a construir la iglesia. Sólo se conservó el alminar, hoy torre de la iglesia. Fue construida por el maestro Rodrigo Hernández. Su planta es rectangular con una nave, sobre los arcos diafragmas, la heráldica real y episcopal. La capilla Mayor mandada construir por Doña Leonor Manrique, viuda del corregidor Pedro Carrillo. Sus escudos aparecen en el arco toral y se repiten en la armadura junto a adornos platerescos y epigrafía con caracteres góticos. La iglesia conserva el único retablo gótico de la ciudad, pinturas flamencas, y el Cristo atado a la columna de Diego de Siloé. La portada se realiza en 1756 en piedra de Elvira, con un arco de medio punto sobre columnas dóricas y encima hornacina con la imagen de San José.

Continuamos por la Placeta de Cauchiles para terminar en la Plaza de San Miguel Bajo, cuya iglesia (anteriormente citada), podemos visitar. Con ella terminamos nuestro itinerario, o podemos enlazar con los anteriores.

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