Retrato de Trinidad Morcillo Raya realizado por su hija Cristina Alonso Morcillo.
TRINIDAD MORCILLO RAYA
Trinidad Morcillo Raya nació en Granada el 29 de abril de 1891 y se fue al cielo a los 94 años, el 4 de diciembre de 1985, tras una vida plena de acontecimientos vividos todos de manera ejemplar e inteligente. Doña Trini -como cariñosamente la llamaban en el “Barrio de los Greñúos” de la calle Molinos cuando yo la conocí, era querida por todos, en especial por los más pobres y necesitados de la parroquia de San Cecilio a la que pertenecía y donde colaboraba repartiendo bienes de todo tipo. Fue toda su vida como una gran madre para todos, además de una gran artista y una gran señora. Cuantos tuvimos la fortuna de conocerla personalmente podemos dar fe de ello y podríamos afirmar sin temor a equivocarnos, que “pasó haciendo el bien” y embelleciendo el mundo.
Maripi Morales Torres fue una grande y prolífica artista de la pintura naif que nació en Granada en mayo de 1933 y se nos fue al Cielo en julio de 2013. Como dijo el periodista Ramón Ramos en el diario “Granada Hoy” anunciando su fallecimiento, los pájaros seguirán cantando y Granada se hará más vieja cada tarde, pero “ya no habrá quien pinte sus cosas diminutas” como lo hacía la genial Maripi.
Su última exposición, realizada en el Palacio de Abrantes en julio de 2012, la tituló precisamente así, con esa frase acuñada por Federico García Lorca, que decía: “Granada ama lo diminuto”. Ella amaba lo diminuto y lo plasmaba deliciosamente en su pintura. Era una artista muy granadina, una mujer entrañable y cariñosa, que supo esperar a criar a sus cincos hijos para dedicarse de lleno a la pintura, dando rienda suelta a una vocación tardía que llenó por entero el resto de su vida.
Federico García Lorca es considerado por méritos sobrados el más universal de los líricos contemporáneos españoles. Es vanguardia y resumen de toda una época y mártir como tantos otros de la intolerancia de los culpables de una guerra cruel entre españoles que nunca debió haberse producido.
El pintor inglés de Granada
La imagen de Granada debe mucho de su encanto a los extranjeros que desde siempre han venido aquí a dejarse seducir por las hermosas combinaciones de Oriente y Occidente y los impulsos a la imaginación que esta ciudad sabe dar, quizá como ninguna otra.
Una profecía revelada por una gitana un día que paseaba por el Sacromonte con su aya, le anunció que “sería más que una reina”.