Fruto de la sorpresa que se siente al visitar por primera vez la Alhambra y el Generalife es hacerse la pregunta de quién construyó estos palacios propios de las mil y una noches, tan lejos de Oriente.
Cierto es que la respuesta obligada es bien fácil, puesto que fueron los arquitectos que trabajaron para los distintos sultanes de Granada; sin embargo, la cuestión siguiente es interpelarse acerca de quiénes fueron los monarcas que concibieron la idea y encargaron los trabajos a estos auténticos maestros de las artes que fueron los alarifes granadinos.
Sabemos que el reino de Granada, hasta el momento de la entrega de la ciudad en 1492, estuvo regido por los reyes pertenecientes a dos distintas dinastías. La primera, la de los ziríes o zeiritas, iniciada con Almanzor Abu Mozni en 1013, estuvo integrada por tan sólo cuatro monarcas y ocupó la mayor parte del siglo XI, de los cuales puede decirse que poco o nada tuvieron que ver con la construcción de la Alhambra por la principal razón de que su alcázar estuvo situado en la colina del Albaycin, en la zona de San Miguel el bajo, el famoso Dar al-Roc. En cambio la segunda dinastía, la de los reyes nazaríes iniciada con Alhamar de Arjona –Muhammad I- fue la auténtica responsable de la grandiosa edificación, pues Alhamar, tras la toma de Granada en 1237, decidió abandonar la antigua alcazaba zirí del siglo XI y situar la residencia real en la Sabika, aprovechando una antigua fortaleza, la Qa’lat al-hamra, de la que se tienen noticias documentales desde el siglo IX.
Pero no debemos pensar que los veintidós monarcas nazaritas que ocuparon el trono granadino a lo largo de 260 años de dinastía trabajaron por igual en la Alhambra y el Generalife, únicamente sobresalieron por sus empresas constructivas siete de ellos, a los que podríamos llamar familiarmente los sultanes constructores. A su vez, es destacable como de los siete, los dos primeros corresponden al siglo XIII y los cinco restantes al siglo XIV, puesto que los sultanes del siglo XV, ya mermados en sus recursos financieros, hicieron muy poco o nada por ampliar o mantener la obra de sus predecesores. De modo muy conciso, como es el deseo de este corto relato, las principales realizaciones de estos siete sultanes, fueron las que a continuación se relatan; tras su lectura podremos tener una visión muy sintética del desarrollo arquitectónico del conjunto monumental de la Alhambra y el Generalife.
Muhammad I, el primero de los monarcas nazaritas, tuvo un largo reinado comprendido entre los años 1232 y 1273, mandado durante él hacer la acequia Real, la Alcazaba de la Alhambra y el recinto fortificado. Su sucesor, Muhammad II que también disfrutó de un dilatado mandato entre 1273 y 1302, fue el responsable de la construcción del Generalife y de una pequeña ampliación de la Alcazaba. Muhammad III que a la muerte del anterior le sucedió en el trono, pero que en cambio reinó por un corto período de tiempo, entre 1303 y 1309, construyó el Partal y la Torre de las Damas así como la Mezquita Real de la Alhambra, actuando decididamente en el espacio comprendido entre la Alcazaba y el Generalife, Ismael I, en poco más de once años de reinado desarrollado entre los años 1314 y 1325, dejó sentir su paso por los muros palaciegos, manifestando un especial gusto por las artes de los sentidos, siendo quien mandara hacer el Mexwar y reformar el palacio del Generalife y su decoración.
Tras estos cuatro primeros sultanes va a acontecer la época de mayor esplendor ocupada por los reyes más activos y emprendedores en esto de la construcción de la Alhambra. Yusuf I, entre 1333 y 1354, años entre los que se comprende su reinado, edifica la Torre del Cadí, la Torre de la Cautiva, el Torreón de Comares, la puerta de las Armas, la puerta de la Justicia, reforma profusamente el Baño Real y realiza el Oratorio del Partal. Le siguió Muhammad V que reinó en dos períodos, entre 1354 y 1359, y posteriormente, entre 1362 y 1391, durante los cuales se sabe que intervino sobre la fachada de la puerta del Vino por señalarlo así las inscripciones practicadas sobre ella, reformó parte del palacio de Comares exclusión hecha del torreón, hizo el sin igual palacio de Comares exclusión hecha del torreón, hizo el sin igual palacio de los Leones y reformó el Mexwar. Finalmente, Muhammad VII, que reinó entre 1392 y 1408, erigió la Torre de las Infantas, sin duda, uno de los más bellos lugares del interior de los palacios de la fortaleza, además de hacer otras reformas.
Miscelánea de Granada
Cesar Girón